Friday 29 February 2008

VON BÜLOW, ANTE EL CONSEJO DE NACIONES

Transcripción del Discurso del Canciller von Bülow ante el Consejo de Naciones, en sesión extraordinaria solicitada por el Gobierno del Reich para responder a las crecientes acusaciones internacionales a Alemania como "Potencia Traidora".

Debido a la crudeza del lenguaje usado por los Delegados, y en interés de la decencia pública, WESTFÄLISCHER TAGEBLATT ha censurado ciertas palabras que consideramos inapropiadas. Aún así, la Redacción aconseja a las Señoritas Solteras y a los Ancianos de salud más delicada se abstengan de la lectura de ésta crónica.

Majestades; Excelencias; Ilustres Lores e Ilustrísimos Embajadores Plenipotenciarios:

En Nombre de Su Majestad Imperial Guillermo II; del Gobierno del Reich; y del Pueblo Alemán Todo; ante los Rumores, Infundios e y Habladurías Anti-Alemanas que durante los últimos Días han Mancillado la Augusta Sala del Consejo de Naciones; es mi Deseo y mi Deber manifestar mi Pesar Mayúsculo al ver a los Enemigos de la Paz y el Orden, que con Mendaz Encono pretenden destruir el Concerto de las Naciones, triunfar en su Causa Fratricida y creadora de Odio.

Dan sonoras Voces quienes con mayor Motivo deberían callar, cuando de Traiciones se habla (protestas encendidas de las filas francesas); guardan Silencio Cómplice quienes deberían hablar en Defensa Furibunda de Alemania, que aun pudiendo hacerles gravísimo Daño fue fiel a los Acuerdos firmados y no hizo sino dar Apoyo y Asistencia a quienes tenía por Hermanos, cuando éstos más lo necesitaban (murmullos recorren la sala de un lado a otro, y las miradas de todos se dirigen a los delegados austrohúngaros, que evitan ostentosamente mirar al Canciller). A la Generosidad del Reich deben algunos su Prosperidad actual.

Alemania ha estado bajo Ataque Constante desde el primer día de las Hostilidades [una voz anónima: "¿Y cuándo os atacó Dinamarca?"]. Cuando la extinta Inglaterra nos propuso con más Audacia que Habilidad que atacáramos y nos repartiéramos la Francia, adivinamos la Perfidia que se cernía desde el Oeste y actuamos en Consecuencia, en Concierto con Rusia y Francia -de quienes hablaré pronto- para conjurar el Peligro Isleño. De ahí, por cierto viene la presunta y tan Cacareada Legitimidad Francesa sobre la Bélgica: ¡de los Cañones Alemanes! [la delegacion Alemana se ponen en pie en una gran ovación, y los asientos franceses estallan: los Delegados se levantan gritando, lividos de ira, ¡y algunos incluso retan a duelo al Canciller! Parece a punto de estallar una batalla campal entre ambas Delegaciones, pero cunde la sangre fría. Aun así, pasan varios minutos hasta que el Presidente del CN consigue hacer callar a la Sala].

El Agradecimiento de Francia vino en Forma de Ataque tan Furibundo como Torpe, sobre la Frontera del Rin. Gesto tan Hostil como inútil, ya que de todos es sabido que Francia no tiene Objetivos en Alemania (cosa que ciertos recién descubiertos Aliados no pueden decir), y podría haberlos buscado en Concierto con el Reich [una voz, en frances: "meteos la col agria por el ****!". risas, rápidamente acalladas por el Presidente del CN]. Pero la lógica de las peculiares Instituciones Republicanas, si tal Cosa existe, escapa a éste Canciller, y no es éste el Lugar para debatirla [risas y gestos de asentimiento en todas las Delegaciones excepto la Francesa].

Ante la Incomprensible Intransigencia Francesa, pues, Alemania tuvo que buscar Aliados donde se le ofrecían:en Rusia. El Acuerdo dio inmediatos Frutos Militares para Ambas Potencias, hasta que el Ruso nos trai... -si, Príncipe Durnovo, sabéis que fué así, no neguéis lo Obvio- el Ruso, pues nos traicionó invadiendo Noruega en primer Lugar, y Dinamarca despues, en lo que él llamó, y cito textualmente "maniobras defensivas" y "búsqueda del Equilibrio Diplomático" [leve agitación en las filas rusas, pero, curiosamente, nadie levanta la voz para protestar. La voz del Canciller empieza a temblar de ira]. Un "Equilibrio" ¡que pronto habría acabado con los rusos en Berlín! [aplausos] ¡y despues, en Viena! [ovación] ¡y depués en Roma, París, y Constantinopla! [salva de aplausos que se mezclan con las protestas de miembros de varias delegaciones ("¿te crees que eres el unico que tiene tanques?", "¡estas tan loco como los ***** rusos!", "pues en Constantinopla no les costó mucho entrar . . .")].

Ante la Amenaza Rusa -amenaza para todos ¡todos! [señalando con el dedo a las distintas Delegaciones no rusas] los presentes, incluidos quienes hablan contra Alemania ahora que están a Salvo, en un Foro que ya no existiría de no ser por los Cañones de la Reichsmarine, el Reich pactó una vez más la Paz con Francia y dedicó sus Esfuerzos a conjurar la Amenaza del Este. No voy a extenderme sobre éste Capítulo, porque los Libros de Historia contarán en todo Detalle cómo Alemania hizo retroceder las Tropas Rusas al Ártico. Y aún así se abstuvo de atacar Noruega hasta que fué forzado en Ulimátum Conjunto del Resto de las Naciones. Y aún así, cuando al fin lo hizo, algunos tenían Tiempo, entre Vals y Vals, de imaginar simpatías pro-rusas en el Reich, [carcajadas y aplausos en las filas alemanas y caras muy largas en las austro-húngaras], cuyo mayor Problema era ahora una Francia que, tras devorar los Restos de su "aliada" Inglaterra, se cernía de Nuevo sobre Nosotros.

Sobre Inglaterra, voy a decir esto: lo único que el Reich acordó con Francia fue librar Inglaterra de la Presencia Rusa. Esto fue llevado a cabo. En ningún Momento se acordó que ciudades Inglesas irían a pasar a Manos de quién; de Hecho, varias Propuestas Alemanas de Partición fueron ignoradas por los Jacobinos [gritos entre los franceses: "¿qué propuestas? ¿dónde ******* están esas propuestas?"]. Y la Responsable de la Desaparición de Inglaterra fue, única y exclusivamente, Francia, que se apresuró a ocupar los Centros de Suministros Ingleses sin Escrúpulos ni Remordimientos. Francia arrebató Bélgica a los Ingleses. Francia ocupó y ocupa Inglaterra. Francia es la única Culpable del Ocaso de una Monarquía Venerable y un Adversario digno [aplausos de los alemanes, abucheos de los franceses, y miradas de reojo de los austro-húngaros a éstos últimos].

El Reich se limitó a contener la extraña Coalición Anglo-Francesa -Francia, Excelencias, no se alía con nadie que no tenga dominado y a su Merced; ésa es su idea de "Libertad, Igualdad y Fraternidad"- en su Avance hacia el Este; cuanto tuvieran Ellos pactado no concierne a Alemania, y las Consecuencias son Asunto de Ellos exclusivamente.

Y después, tras unos Acuerdos de Tregua en el Rin, y una Semblanza de Paz que no engañó a Nadie, Francia, fiel a su Naturaleza, volvió a atacar al Reich. Y, lo que más ha dolido a S.M.I, ha contado con la Armada de los Habsburgo. Podían vivir en Paz con sus Hermanos, pero han elegido el Contubernio contra-Natura con sus Verdugos. No hay Palabras para deplorar la Vileza de éste Acto [miradas firmes de los austro-hungaros, aunque algunos Delegados bajan la mirada ante el escrutinio de von Bülow, avergonzados].

No se nos puede culpar de responder en justa Represalia. ¡Y no voy a pedir Perdón a mis Atacantes porque mis Soldados sean más valientes, y mis Generales más astutos, y estemos ganando! [Atronadora ovación y gritos de "bravo!" y "Über Alles!!" en las filas alemanas, que comienzan a cantar "Die Wacht am Rhein" a coro; gestos de asentimiento entre miembros de otras Delegaciones, como diciendo "pues también es verdad". Los franceses, lividos una vez más, se levantan y abandonan el Salón de Plenos. El Presidente del CN necesita más de 10 minutos para restablecer el silencio].

Alemania ha buscado la Paz y la Amistad con todas las Grandes Potencias del Continente. Todas, excepto Italia y Turquía, la han traicionado; algunas varias veces. Pero Alemania siempre ha estdo dispuesta a hablar, a negociar, a volver a la Mesa de Acuerdos, a dar una oportunidad a la Diplomacia. Y algunos se atreven a decir que nosotros somos los Traidores, cuando les hemos salvado el Pellejo a Todos y cada Uno de ellos [aplausos alemanes; murmullos malhumorados en el resto de la sala].

Y aún así, Alemania tiende, una Vez más, la Mano abierta de la Diplomacia. Recuperen Unos la Confianza y Otros la Cordura. Recuerden todos lo que está en Juego. Y actúen en Consecuencia.

Muchas Gracias.

[el Canciller abandona la tribuna de oradores]

Sunday 10 February 2008

CARTA ABIERTA A UN CANCILLER



Carta publicada en la sección de Opinión del diario provincial WESTFÄLISCHER TAGEBLATT:

Bueno, bueno, Canciller. Ha ocurrido lo que todos os decían desde hace años que iba a ocurrir: los Franceses os han engañado, han echado a patadas a la Reichsmarine y han izado su bandera en Westminster. Y la vanguardia de la Republica ha ocupado el Tirol. La famosa "Defensa Estática en el Oeste" de la que tanto os orgullecíais se ha desmoronado; Munich tiembla, y en el horizonte se asoma el espectro de la Tricolor en Viena. ¿Qué pensáis hacer ahora? ¿Cómo váis (¡vamos!) los a salir de ésta los Pueblos Germánicos?

Y no podéis alegar sorpresa, Canciller. Algunos llevamos *años* proclamando que Francia no es de fiar. Que ya traicionó 3 veces a Inglaterra, su aliada firme en 1901, y acabó destruyéndola. Que ya se la jugó a Rusia. Que ha traicionado los Acuerdos con Italia (a quien, con la Flota ocupada en ultramar, sólo protege la buena voluntad de Francia, y ya hemos visto lo que vale eso . . .) al cruzar Piamonte en armas. Que atacó Munich inmediatamente después de firmar la Paz con el Reich. Que ha traicionado, en fin, a *todas* las Grandes Potencias con las que ha tratado en su loca carrera hacia el Este.

Y os dijimos que, dada la creciente amenaza francesa, no era el momento adecuado para el quimérico proyecto de restaurar al ahijado de S. M. I. en el endeble trono de Inglaterra. "No es el Momento", "no podrá durar sólo","antes hay que pacificar Inglaterra", os dijimos muchos. Muchos.

Pero no quisísteis escuchar la voz de la razón, Canciller; queríais hacer Historia y fundar un Imperio de Ultramar propio; y vuestra sed de gloria la va a pagar toda Alemania.

¿Qué estábais pensando, Canciller, cuando pactásteis la paz en el Rin (¡la última de tantas!) con Francia? ¿que los republicanos iban a respetar lo pactado por respeto a "Vuestro Linaje Nobilísimo"? ¿que un caballero no traiciona la palabra dada? Los franceses, Canciller (con "su Gobierno del Populacho y su República de Campesinos Jacobinos y Regicidas" como he oído que gustáis llamarles en privado) no son "caballeros" de especie alguna, y éste escritor no es precísamente sospechoso de simpatías Francesas. Sin embargo, su "Astucia Campesina" ha conseguido engañar a lo más granado de la aristocracia Alemana y destruir una de las mejores Flotas de la Reichsmarine.

Aprended la lección, Canciller, antes de que sea de masiado tarde. Alemania, Austro-Hungría e Italia tienen motivos sobrados para temer la Amenaza que asoma en el Occidente. El tiempo se acaba, y la guillotina se acerca al Corazón de Europa. Actuad ahora, Canciller, Actuad ya.

ALOIS GRAFENAUER, "Carta Abierta a un Canciller"

Monday 14 January 2008

LA CONFERENCIA DE PARÍS PERFILA EL FUTURO DE EUROPA


La I Conferencia de Paz en Europa, celebrada el pasado Diciembre en París bajo los auspicios del Consejo de Naciones, ha sido el marco en el que las Grandes Potencias han deliberado sobre el futuro del Continente.

Las Delegaciones nacionales y los miembros del Consejo de Naciones se reunieron en el Palacio del Elíseo donde, tras inaugurar la Conferencia con los Himnos Nacionales de los asistentes, degustaron un exquisito banquete preparado por los más renombrados cocineros franceses. Se desconoce la composición exacta de dicho Banquete (que se rumorea fue objeto de agrias disputas entre bastidores hasta el último momento), pero todos los asistentes coincidieron en alabar tanto la calidad de los diversos platos como la exquisita presentacion de los mismos. El soberbio champagne del brindis oficial por la Paz fue asimismo objeto de los mayores elogios.





Elocuentes Discursos

Tras la comida, el ambiente relajado y cordial -excepto por las gélidas miradas entre Ivan Nikolayevich Durnovo, Primer Ministro del Zar Ruso, y Clément Armand Fallières, Presidente de la República Francesa, que ocuparon asientos adyacentes por un inexplicable error de protocolo- dio paso a la alta política con la lectura de los discursos Oficiales de cada delegación.


Abrió la ronda Francia, como anfitriona, con una alocución densa y compleja que despertó el interés de todos los delegados a pesar de las muy diversas interpretaciones que éstos dieron de las palabras francesas. Siguió un durísimo discurso de Su Augusta Majestad Francisco José de Habsburgo quien, ante una estupefacta Asamblea, arremetió contra propios y extraños denunciando carencias y errores sin cuento en el ordenamiento político europeo de las últimas décadas y echando en cara a los Delegados (incluído el Presidente del Consejo de Naciones) la escasa atención prestada por las Grandes Potencias al bienestar de las gentes del Contienente. Tal fue el fervor desplegado por Su Majestad en la lectura del discurso, que varios Delegados Austrohúngaros temieron por la salud de su Monarca y pidieron discretamente al Médico presente que estuviera atento a cualquier signo de apoplejía en el augusto orador. Sin embargo, las palabras de Francisco José suscitaron una atronadora ovación de todos los delegados.

La intervención italiana, fiel al carácter desenfadado de eśta nación y de su Monarca, tuvo un carácter más informal y consistió en pedir a las Grandes Potencias que dejaran de lado sus enemistades seculares y se dedicaran a conseguir la Paz. Los Delegados escucharon con gran interés la florida prosa del monarca italiano, el cual recibió también una entusiasta ovación.



De especial interés resultó la alocución alemana a cargo del Canciller von Bülow, quien centró su discurso en la situación bélica actual, y resaltó el hecho de que las Fuerzas Armadas del Reich están desplegadas para poder intervenir en la mayoría de los conflictos regionales del convulso escenario norte. Von Bülow afirmó repetidamente que conviene al resto de las Potencias tener a Alemania como aliada, ya que ésta puede actuar a favor o en contra de muchos actores de la contienda, y dijo, lanzando significativas miradas a varios dirigentes europeos, que el Reich "tiende la Mano abierta . . . a Todos . . . para conseguir la Paz que Todos ansiamos".

Pasilleo en el Elíseo

Tras los Actos oficiales, los Delegados se enzarzaron en vivas discusiones por todo el Palacio. Un miembro del servicio del Elíseo, que no ha querido dar su nombre, ha declarado a éste Diario: "Era muy curioso, todods se vigilaban entre sí: los alemanes se acercaban a un grupo de rusos y todos los demas les miraban de reojo sin poder disimlarlo. Un italiano se iba con un general austrohúngaro al salón fumador, y los turcos se ponian a sudar y nos pedian mas bebidas. Era como estar en un nudo de víboras, si me permite la expresión".



La Caída de Inglaterra

Las animadas deliberaciones de los Delegados de la Conferencia fueron interrumpidas en varias ocasiones por los acontecimientos en el mundo real, fuera del Palacio. Especialmente dramático fue el momento en el que el Adjunto del Estado Mayor Británico irrumpió en la sala de conferencias y susurró al oído del Marqués de Salisbury, jefe de la delegación, el cual abandonó corriendo el recinto. El estupor inicial de los delegados dio paso a la commoción y el horror al ser informados por sus propios Estados Mayores de la capitulación del Gobierno en el Exilio de Liverpool y la caída del último bastión de soberanía británica. La desaparición de una de las naciones más antiguas del Orbe fue recuerdo suficiente para todos los delegados de lo que está en juego en la presente Guerra, y el espectro de Inglaterra planeó sobre el resto de la Conferencia, recordando a todos -grandes y pequeños- las consecuencias de cometer un error en lo que el Canciller von Bülow ha llamado "el Juego, grandioso y terrible, de la Diplomacia entre las Naciones".